Relación entre dolor pélvico crónico y prostatitis crónica
La fisiopatología del síndrome de dolor pélvico crónico en el hombre con prostatitis crónica ha sido poco explicada en la literatura médica.
De esta forma, tanto profesionales como pacientes se preguntan cuál ha sido el camino para que finalmente los músculos se acorten y produzcan un dolor miofascial característico y una sintomatología muy variada.
Con el esquema desarrollado anteriormente, podemos seguir la evolución de dos patologías diferentes, prostatitis crónica bacteriana y abacteriana, que se manifiestan con una sintomatología muy parecida, pero que tienen tratamientos y enfoques diferentes, aunque parte de ellos sean compartidos por ambas entidades.
En ambos casos se produce un síndrome elevador del ano al cual se llega por diferentes caminos.
Sintomatología de la prostatitis crónica
Prostatitis bacteriana crónica
En una prostatitis bacteriana crónica se van a producir una serie de cambios inflamatorios que van a desencadenar una serie de obstrucciones y posteriormente unos microabscesos causados por bacterias en los acinis prostáticos, esto llevará a una irritación del músculo elevador del ano en su fascículo de elevador de la próstata. Todo esto, desencadenará una contractura aguda de los músculos pélvicos, que con el paso del tiempo llevará a una contractura crónica de dichos músculos.
Cuando se origina esta contractura de larga duración los músculos finalmente se acortan, impidiendo una función normal de toda la zona. Se altera la irrigación, se altera la inervación, se altera el metabolismo, etc. Entonces, aparecen los denominados puntos gatillo y bandas tensas en el músculo elevador del ano que van a dar un cuadro con una sintomatología muy florida y variada. Por ejemplo, dificultades para sentarse, dolor en la punta del pene, dolor posteyaculatorio, dolor postdefecatorio, dolor perineal, dolor anal, etc. Todo ello, en un principio es difícil de evaluar y profesionales pueden pensar que el paciente está nervioso y ansioso y esa es la causa de sus males.
Por el otro lado, el paciente que tampoco lo entiende, también sufre de ansiedad, trastorno del sueño, depresión, etc. Cerrándose un círculo muy difícil de romper.
Prostatitis abacteriana crónica
En una prostatitis abacteriana crónica se producen cambios funcionales en el músculo elevador del ano, por diferentes razones, por ejemplo, práctica excesiva de deportes de riesgo que aumenta la presión intraabdominal, operaciones quirúrgicas en la zona anal, estreñimiento crónico, fisuras anales, hemorroides crónicas, etc.
Evidentemente, tras cualquiera de estas patologías que se alargan en el tiempo y se convierten en crónicas se produce un acortamiento de los músculos del suelo pélvico, especialmente del elevador del ano y del esfínter anal externo.
Cuando se origina este acortamiento se trastorna la función normal de toda la zona. Aquí también, se altera la irrigación, la inervación, el metabolismo, etc. Entonces, aparecen los denominados puntos gatillo y bandas tensas en el músculo elevador del ano. A consecuencia de todo ello aumentará la presión intraprostática, que producirá también una disfunción de esta.
¿Cómo se desarrollan los diferentes tipos de prostatitis o dolor pélvico crónico?
Diagnóstico de la prostatitis crónica
La sintomatología es muy parecida a la anteriormente descrita en la prostatitis bacteriana crónica, de ahí su dificultad para distinguir una de otra. Todo ello nos obligará a realizar una exhaustiva anamnesis, una exploración física eficaz y, en su caso, pedir pruebas complementarias como análisis de semen y orina (test de Stamey), ecografía transrectal de la próstata e incluso pruebas neurofisiológicas, para conseguir un diagnóstico certero.